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Cómo reducir la sensación térmica en verano

¿Aprieta el calor y tu casa parece una sauna? ¿Sudas incluso cuando estás quieto viendo la tele desde el sofá? ¿Sientes más calor del que indica el termómetro? Si la respuesta a estas preguntas es sí, tienes un problema de exceso de humedad en casa. Ese bochorno que sientes es fruto de la sensación térmica, que se acentúa en verano cuando el calor y la humedad se encuentran. Te explicamos a qué se debe y como puedes combatirlo.

Para empezar, debemos tener en cuenta los elementos protagonistas de esta historia: la temperatura y la humedad relativa. Este último concepto se expresa en porcentaje y hace referencia a la cantidad de humedad que contiene el aire en relación al máximo de humedad que podría tener. Y como más caliente está el aire, más humedad puede absorber. Podemos hablar de unos niveles de confort ambiental óptimos para las personas cuando la humedad relativa está entre el 40% y el 60%. Cuando está por debajo de esos niveles, notaremos el ambiente reseco y sufriremos sequedad en la nariz o la boca, llegando incluso a ser un problema para los más pequeños. En el caso contrario, cuando la humedad ambiental esté por encima del 60% en verano, notaremos sensación de agobio, bochorno y sudaremos sin apenas mover un dedo, ya que este nivel de humedad ambiental, combinado con altas temperaturas, dificulta la transpiración de nuestra piel.

Para que nos hagamos una idea, si en casa tenemos una temperatura de 25º y una humedad relativa del 60%, la sensación térmica que percibirá nuestro organismo será de 30º, que es una variación sustancial. Y a más humedad y temperatura, mayor la diferencia entre lo que marca el termómetro y lo que sentimos nosotros. Puedes ver la correspondencia entre temperatura y sensación térmica en la siguiente tabla:

humedad relativa tempertura sensación térmica

Para combatir este problema, tenemos dos opciones: reducir la temperatura o reducir la humedad relativa.

Reducir la temperatura para evitar el bochorno

Si reducimos la temperatura estaremos también reduciendo la humedad relativa, ya que cuánto menos caliente sea el aire, menos humedad podrá absorber. ¿Pero cómo enfriamos la casa? Si tienes aire acondicionado te resultará muy fácil. Pon el termostato a la temperatura deseada y empieza a disfrutar de un ambiente más fresco. ¿Te has parado a pensar alguna vez qué es toda esa agua que se produce cuando ponemos en marcha el aire acondicionado? Efectivamente, es la humedad del ambiente. Es el agua absorbida por el ambiente, que el aparato ha recogido y condensado. Es decir, el aire acondicionado elimina la humedad del ambiente. Así que sí, con este sistema reduciremos rápidamente la temperatura a los niveles deseados, pero también corremos el riesgo de resecar el ambiente, y si estamos todo el verano con el aire acondicionado en marcha…ya nos podemos preparar para pagar una buena factura de la luz… ¡Y no queremos gastarnos el dinero de las vacaciones en la factura eléctrica!

Prueba con métodos más naturales y menos costos. Si puedes, crea corrientes de aire y ventila asiduamente, así favorecerás la circulación del aire y que la humedad no se estanque dentro de casa. Pero piensa también que, quizás, el problema no es la temperatura, sino el exceso de humedad. Si tienes la casa a 23º o 24º no tienes por qué querer reducir la temperatura, aunque la sensación de bochorno percibida por tu cuerpo sea más alta. En ese caso, reduciendo la humedad ambiental, conseguirás disminuir la percepción de calor y podrás disfrutar de la temperatura real de tu casa.

Reducir la humedad relativa para disminuir la sensación térmica

Si eliminamos el exceso de humedad del ambiente conseguiremos reducir el bochorno. Ventilando y creando corrientes de aire, como decíamos en el punto anterior, reduciremos el nivel de humedad ambiental. También lo haremos si evitamos tender dentro de casa, si utilizamos la campana extractora cuando cocinamos o si abrimos un poco la ventana del baño cuando nos estemos duchando. Estaremos evitando cargar el ambiente con más humedad.

Una de las opciones más efectivas es utilizar productos que absorben  el exceso de humedad ambiental. Debemos elegir productos que funcionan con cloruro de calcio, un poderoso desecante que absorbe el exceso de humedad del ambiente hasta su nivel óptimo, evitando que el ambiente se reseque. Estos productos funcionan sin electricidad y suponen un importante ahorro respecto otras opciones, como los deshumidificadores eléctricos, que consumen muchísima electricidad.

En HUMYDRY somos expertos en productos antihumedad, ya que llevamos más de 25 años fabricándolos y comercializándolos en todo el mundo. Nuestra extensa gama abarca soluciones para todos los espacios y problemas de exceso de humedad del hogar. Son productos muy económicos y, en su mayoría, recargables. Ideales para todo el año y para evitar que tu caso se convierta en una sauna en verano.

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